En primer lugar, la natación es un ejercicio que involucra todo el cuerpo. Trabaja el fortalecimiento, estiramiento y acondicionamiento aeróbico, activando los brazos, piernas e incluso el core durante una sesión, dependiendo de cómo lo hagas. El movimiento de mariposa, por ejemplo, trabaja los deltoides y el trapecio, mientras que el estilo de espalda se enfoca en el dorsal ancho, además de usar grupos de músculos como los isquiotibiales y los glúteos con el movimiento de las piernas.
Es un gran deporte para bajar de peso, trabajar en tu condición y resistencia, y todo esto sin dañar tus articulaciones ni tus huesos. Con la práctica notarás que ganas más fuerza y mejor flexibilidad sin desgaste en las articulaciones.
También es un ejercicio para tu cerebro. Claro que es un ejercicio para activar los músculos, pero también hay beneficios psicológicos. Se ha demostrado que ayuda a controlar la ansiedad y el estrés, reduce los síntomas de depresión, puede mejorar tu humor e incluso ayudarte a conseguir una mejor calidad del sueño, esto es porque, entre otras cosas, el ejercicio diario conlleva la liberación de endorfinas.